
Reflejo de su silueta en aquel espejo
sus ojos cansados, su alma confundida,
se mira y en el observa perplejo
que ha estado engañado toda su vida.
Se acerca y en el sigue observando
los cambios paulatinos de su fisionomía;
de aquel amor que lo dejó esperando
sin fundamentos lejano a la monotonía.
Las arrugas del ayer son tan evidentes
cuarteadas y muertas sobre su piel,
descifrando todas las mentiras inminentes
refugiándose en su inconsciente fiel.
Una gota cristalina cae suavemente
alimentando la rugosidad deshidratada
rejuveneciendo su espíritu demente
consolándolo de aquella falsa cohartada.
Pensamientos perdidos y dementes...todos y cada uno los tenemos todo el tiempo. El como manejarlos o dejar que nos controlen es el día a día
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