
sin pensarlo ni esperarlo
se alojan las más exquisitas pasiones,
de una alegría al encontrarlo.
En su soledad concurrente,
se encuentra acompañada
de un cariño poco prudente,
dejando a la mente extrañada.
El hablar se ha vuelto indispensable,
para apaciguar a su corazón
y engañar un poco al amor inmesurable
que crece sin aparente razón.
Comentarios
Publicar un comentario