Último estribo


Para poder amar, necesitas sufrir...
para sanar, vuelves a llorar
y al probar el sabor real del existir,
recuerdas con tristeza lo que es añorar.

Dolor mezclado con melancolía y momentos de felicidad
la alegría es efímera y el dolor persistente,
la piel se llena de nuevas cicatrices para la eternidad
quedando tatuadas y registradas en tu mente.

Despertar, darse cuenta que no existe el ideal;
dejar lo que crees y lo que siempre leíste,
enfrentarse a aquel suceso que es real
y tomar tu corazón con las piezas que perdiste.

Apoyarse con lágrimas en el último estribo,
cerrar los ojos y dejar pasar lo sucedido
dejando los sueños de aquel libro favorito,
sellándolo con un "quizás" de lo prohibido...

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