Ansia y codicia

Sobre aquellos dulces versos
descansa el aroma del deseo,
disfrutando sabores diversos
que se incrustan en el siseo.

Un gélido beso se injerta
y sus anhelos se mitigan,
bajo la  inerte piel muerta
y esos dos ojos que intrigan.

La voluble codicia se avecina
cuando su ansia lo traiciona,
y la tenue balanza se inclina
hacia un amor que condiciona.



Comentarios

  1. Ojala existieran mas seres humanos con esa sensibilidad que tu tienes, aparte de hermosa eres inteligente y poeta. Felicidades

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  2. ¡Helena! Ese poema tiene un dejo a hielo y escalofríos, creo que está muy bien llevado. Nos vemos el lunes :) Att. Gaby (Abril)

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